Hoy, justo hoy, siento nervios por primera vez en meses.

Durante varias semanas se me ha preguntado si tengo nervios. Yo, poco experimentado, digo que no y me cuestiono por qué debería sentirlos. Hoy lo entendí.

Mis manos tiemblan mientras escribo esta carta y se me olvidan las palabras. Espero poder acabar algún día. Ojalá antes de que llegue el día que me pone nervioso.

Este mes es especial por una sola razón: nace mi hija. Y nada más me importa de este mes.

Algunas veces me preguntaron si tenía curiosidad de cómo va a ser. Si tendrá como el papá o la mamá: el cabello, cejas, boca, nariz, ojos, altura, color de piel, mejillas y casi todas las partes del cuerpo visible. Nunca fui capaz de responder. No la he podido imaginar. Tampoco sentí curiosidad.

Lo que sí me pregunté y me sigo preguntando es si va a ser zurda o diestra. ¿Le gustará el fútbol y lo veremos juntos los fines de semana? ¡Qué nervios! ¿Cómo es posible que un ser te haga sentir esto?

Me imagino con ella en el parque y me pregunto cuál será su juego favorito: el columpio o el resbalador. No, quizás sea el pasamanos. Quizás ninguna de esas cosas y prefiera correr sobre el pasto o estar en el río. ¿Y si le gustan todos los juegos?

Me cuestiono muy seriamente cuál será su música favorita. ¿Acaso pasaremos muchas horas cantando y bailando? Y si no me gusta la música que a ella sí, ¿qué haré? Admito que ella me ha convertido en otra persona: ahora todo lo digo cantando, como si fuera una película de Disney. Cuando lo hago, ella levanta sus puños sobre la panza de su madre, como invitándome a bailar. O tal vez quiera que me calle.

Imagino todas las comidas que va a sugerir hacer cuando llegue el día domingo. Ese día hacemos el desayuno dominguero. ¿Qué le gustará más? ¿la tortilla de huevos con tocino? ¿calentado de fríjoles y pan de la abuela? ¿arepa con queso y jamón? O será que tal vez, inocentemente, prefiera pedir dulces y pastel. ¿Cuáles serán sus frutas favoritas?

¿Será como yo y le gustarán los insectos? ¿Se atreverá a tomarlos en sus pequeñas manos y quererlos inmortalizar en una fotografía? La imagino acariciando gatos, perros, conejos y gallinas con el amor que solo los niños saben demostrar. La imagino sin saber si tendrá miedo o confianza, si le gustarán o no.

Cuando tenga la edad para dibujar y pintar, me pregunto ¿qué le gustará dibujar? Quizás paisajes, personas, animales o sus propios sueños. ¿Cuál será su color favorito? ese que más deba comprar porque gastará más. ¿Cuántas paredes tendremos que limpiar?

Me pregunto cuál será su primera palabra. ¿Mamá o papá? Tal vez sea «Luna», la gata a la que tanto regaño. ¿Y cuando empiece a preguntar por todo, al igual que ahora estoy haciendo? Lo que más quisiera es poder enseñarle todo cuanto sé y aprender más para enseñarle lo que aún no sé.

Cuando su personalidad se lo permita, ¿cómo se sentirá más cómoda? Imagino que querrá vestirse con la ropa más disparatada que jamás haya visto.

Me he hecho tantas preguntas que podría recibir un título de filosofía. Por eso cuando me preguntan cómo se verá, prefiero preguntarme cómo será, quién será. ¿Será feliz? estoy seguro que es lo que todo padre quisiera.

Tantas preguntas que pronto me responderé y eso me pone nervioso.

2 Comments

  • Daniela Posted junio 3, 2022 9:29 am

    😍😍😍😍😍😍😍😍

  • Massiel Posted junio 5, 2022 9:10 pm

    Lindas palabras, serás un excelente padre🤗

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