Dese usted cuenta que no vale nada. Venimos siendo como una gota de agua en el océano, si alguien extrae un vaso de él o simplemente se evapora una gota, sigue el océano igual de majestuoso. Al mundo no le importa quién es usted ni lo que hace. No le interesa si usted es ingeniero, médico o policía; no le interesa si tiene tatuajes, fuma marihuana; no le interesa si mantiene a sus papás, si tiene hijos o una fundación para rescatar gatitos. El mundo es muy extenso y está lleno de gente. Una sola persona es irrelevante. Como dice la canción: finalmente venimos siendo solo un ladrillo en la pared. La pared no se derrumbará a causa de su ausencia ni se verá más hermosa si usted brilla.
Permítame por hoy el importaculismo y el desprecio por la individualidad. Quizá crea usted que estoy escribiendo con una pizca de autodesprecio y depresión, pero no. Se trata de todo lo contrario, este es un manual efectivo para ser feliz.
Lo que ocurre es que cuando se entiende que no somos nada en el universo, empezamos a entender que nosotros mismos somos la única persona a la que le importamos. Si le duele la cabeza solo usted sentirá el dolor, aunque el ruido del mundo le cause más. Ahí es cuando se tiene que olvidar del mundo y centrarse en su cabeza. Ojalá así pasara con todo su ser sin necesidad de esperar a sentir dolor. Hay dolores cuyo origen se desconoce y no sabemos dónde aplicar el ungüento. Cuando te deja de importar el mundo, empiezas a pensar en ti. Nótese que mundo y planeta no son lo mismo.
Hay quienes dicen que otras personas son su mundo, aunque no lo serán más que ellos mismos. Nadie es capaz de vivir en lugar de otro. De morir sí, pero de vivir no. Y este es un manual para ser feliz en vida.
También existen personas que influyen en la vida de otros. Algunos de ellos son inevitables, como también algunas reacciones de la vida misma. ¿Qué se yo? el clima, el dólar, las armas y los locos. ¿Hasta dónde crees que tu vida gira en torno a esto? Al planeta no le importa alrededor de qué está girando, solo gira y no le importa nada más. Si te aventuras en un viaje en busca de la felicidad solo lograrás girar tanto como el planeta y terminarás mareado. Quizás vomites y apestes, nadie te va a querer aunque eso no importe.
Aprender a vivir es para siempre. Quizás si los muertos pudieran hablar te dirían que aprendieron el día de su muerte, aunque algunos no hayan aprendido su lección. Nadie que esté vivo sabe cómo vivir para ser feliz. Sabe vivir para hacer feliz a otro, ni siquiera sabe vivir para evitar morir porque ese es nuestro instinto. Tal vez sepa vivir para poder comer, viajar, reír y sentir placer. Pero para ser feliz nunca he escuchado de alguien.
Entonces cómo es que este es un manual para ser feliz, si ni siquiera yo mismo sé como vivir para ser feliz. La felicidad es un estado del ser, no una acción. No encontrará un verbo en el diccionario para ser feliz. Y un ser puede estorbar en la felicidad de otro, solo si este vive para el mundo y no para sí mismo.
Dice la teoría de la evolución que quienes sobreviven a lo largo del tiempo no son los más fuertes o los más inteligentes, sino aquellos que tienen la capacidad de adaptarse al cambio. Algunos necios se oponen a esto. Lo explicaré en una menor escala: cuando algo no sale de acuerdo a tu plan original, debes adaptarte. No puedes controlar el clima, economía, ni mucho menos a otras personas. La rigidez del ser conduce a fracturas, la flexibilidad a la meta. Algunos se preocupan de más, queriendo controlarlo todo o con paranoia; otros en cambio no se preocupan por nada y se dejan llevar por las mareas. Recuerde que usted solo es una gota.
Hakuna Matata como filosofía de vida, sin preocuparse. Pero siguiendo su propio camino, sin ser un camarón arrastrado por la corriente. Tenga una vida ideal según sus propias ideas, no las de otros. Desee con su propia glándula. No permita que otros le digan qué es lo que usted necesita para ser feliz, esas personas tampoco lo saben.
Evite los arrepentimientos. Permítaselo solo para desear haber dado un último abrazo. No se arrepienta de un amor que se fue, porque el amor está en todas partes. No se arrepienta del postre que comió que tanto placer le dio, habrán más días para la dieta. Arrepentirse es ver el pasado. La felicidad también está en el pasado, pero no en los momentos que le pueden causar pesar. Aprenda a olvidar lo que le cause dolor, pero asegúrese de cerrar la puerta que le pueda conducir nuevamente a ese lugar.
Le recomiendo ampliamente tomar fotos en los lugares felices, hay muchos y la memoria es ingrata. Frecuentemente recuerde esos momentos y verá que la felicidad se asienta. Si alguien le reprende por tomar una foto, aguantese el regaño, luego lo olvidará.
La mayor riqueza de una persona es el tiempo, dáselo a quien más lo merezca. Lo sabrás porque es quien te dará más momentos dignos de recordar. Si usted cree que el tiempo es oro, entonces gane mucho. Sea que se divierta o no. Si no se divierte, sepa cuándo es suficiente.
Viva tranquilo o tranquila. La vida pasa como el viento, se siente más fuerte cuando se va más rápido. Sea noble. Tal vez usted no recuerde un acto de bondad, pero otras personas sí y su rostro vivirá en un buen recuerdo. Escuche al que canta en la radio, en el estadio y en el bus. Admire el dibujo del artista que trabaja en la plaza. Escuche al poeta que recita fuera del restaurante. Aplauda al malabarista. Visite el teatro con la misma frecuencia que visita el cine.
Dese la oportunidad de disfrutar de lo simple tanto como lo hace con grandes acontecimientos. Dele igual importancia a su viaje al río tanto como a su viaje al mar. Disfrute por igual cuando suba a un cerro así como cuando sube a un nevado. Disfrute de un parque como disfruta de la selva. Recuerde bien la salida casual con sus amigos, así como recuerda la fiesta de cumpleaños de uno de ellos.
Disfrute las maravillas subestimadas. Una puesta de sol en el balcón de su casa. La lluvia de camino a casa. Incluso disfrute la luz de una vela cuando la oscuridad se apodere de la ciudad. Si alguien se atreve a decirle que estas y otras maravillas son un cliché, ignore a esa persona. Si no puede salir de la ciudad, aproveche todo lo que su ciudad le brinda. Vaya donde todos van y también descubra nuevos sitios. Si usted está en un trancón, encienda la radio y cante. Piense en voz alta de vez en cuando. Admírese frente a un espejo.
Finalmente, ame mucho. Si no tiene a nadie más para amar, sepa que amarse usted mismo es más que suficiente. Si siente la necesidad de transmitir amor, hay muchas cosas que necesitan ser amadas, descúbralas usted mismo.
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