Este era un hombre promedio. Hacía su trabajo a medias y siempre respondía «más o menos» cuando se le preguntaba cómo estaba.

Incluso cuando se enfermaba decía que estaba medio enfermo. Ni siquiera era capaz de minimizar, en cambio mediomizaba todo cuanto podía.

Cuando iniciaba un proyecto nuevo, lo dejaba a medias. Como cuando inició su carrera de arquitectura y se salió al quinto semestre.

Siempre que compraba una hamburguesa pedía que la partieran a la mitad para guardarla, ya que dejaba de comer cuando se sentía medio lleno.

Un día se enamoró y, sin saberlo, esa mujer también era medio hombre.

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